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lunes, 3 de noviembre de 2014

VIGILIA DE NOVIEMBRE DEL TURNO "VIRGEN DE LAS PENAS"

Tendrá lugar la vigilia del turno el próximo día 14 de noviembre del presente a partir de las 21 horas en el Oratorio Santa María Reina de la Cofradía de las Penas.


El tema de reflexión para esta vigilia, página 8 del boletín de noviembre "Velad y Orad" de Adoración Nocturna trata sobre la siguiente bienaventuranza: "Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios".

¿Quíenes son los límpios de corazón? ....los que buscan en todas sus acciones la gloria de Dios. ...Quienes ven el bien en los demás, y no se ensañan contra el prójimo cuando ven el mal. ... Quienes devuelven bien por mal, y luchan para ahogar el mal en abundancia de bien.   (breve reseña del artículo de reflexión).


LA FRASE:   

"No importa donde te encuentres, siempre y cuando tengas limpio el corazón" (Teresa de Calcuta).

LA FOTOGRAFÍA:


Dios en Cuerpo y Alma, pasando por el Oratorio Santa María Reina. Fotografía del hermano de las Penas Luis Manuel Gómez Pozo. año 2013.



ACOMPAÑANOS EN LA VIGILIA:

Te invitamos a participar en nuestra vigilia, donde obtendrás fuerza de espíritu, un momento de meditación, reflexión y oración tan necesaria para afianzar y crecer en la Fe, acude a la cita del viernes día 14 a las 21 horas en el Oratorio Santa María Reina de la Cofradía de las Penas, sita en plazuela Virgen de las Penas, nº1 de Málaga, en las confluencias de las calles Arco de la Cabeza con Pozos Dulces (centro histórico de la ciudad).







viernes, 31 de octubre de 2014

VIGILIA DE DIFUNTOS

El próximo día 1 de noviembre, sábado, celebraremos la Vigilia General de Difuntos en la parroquia de los Santos Mártires Ciricaco y Paula de Málaga, a partir de las 21:30 horas. Se aplicará por las almas de todos los hermanos adoradores difuntos que han sido llamados a la Casa del Padre, en especial de las de aquellos que, desde la última Vigilia.

jueves, 25 de septiembre de 2014

LA BENDICIÓN DE UN CIELO EN LA HERMANDAD DE LAS PENAS.

En el Cielo del Oratorio Reina y Madre de la Hermandad de las Penas.

¡No se bendice un techo, se bendice UN CIELO!

Recién ascendida en Cuerpo y Alma eres coronada, siendo ya Reina, por la Trinidad Santa.
Reina de profetas, sacerdotes y reyes; rodeada, arropada por un sinfín de ángeles que anuncian este pasaje.
Reina de reinas, Reina del Cielo y la Tierra, Reina de los humildes y necesitados; todos tus hijos, al lema tuyo de: "Hágase en mi según Tu Palabra".
Aparecen también en este cielo personajes, todos Santos, que se esforzaron en transmitir tus encantos y como Reina y Madre te aclamaron.
El pintor y hermano Raúl Berzosa es tocado, sin duda por el Espíritu Santo al poder realizar tan magna obra, desde luego, se convertirá por todos los tiempos, su obra pictórica en catequesis perpétua de tu Reino eterno, para la mayor Gloria de Nuestro Señor Jesucristo.
Rojos y azules colores destacan, como recobrando a los grandes, Zurbarán, Cano incluso Velázquez en un recuperado barroco potente, simétrico, impactante que hace exaltarse en su contemplación.
La Hermandad de las Penas, defensora de tu preciosa Realeza, base, estandarte y baluarte que propaga entre hermanos, fieles y humanidad entera, con el fín de que todos conozcan tu humildad Madre Nuestra.
Nunca se podrá dejar de escribir de Tí, nunca se podrá dejar de hablar de Tí ni de tu Realeza, porque eres tema inagotable, Tu eres Gloria para nosotros, ¡Tú Santisima Virgen de las Penas!.
Tú que nos enseña  que nadie brille más que nadie, el premio no está aquí sino junto a Ti y a Dios.
Hecho histórico, no dejemos de propagarlo, cuidado con esmero la bendición de este Cielo el 20 de septiembre del 2014, esta Capilla se entiende desde ya en "punta de lanza" en el mundo entero de la dedicación a la Realeza de María Siempre Virgen.

Por: Fabio Antonio Fernández Torres.
Jefe del turno IV "Virgen de las Penas"


Foto: Pascual Pinto Salguero


viernes, 19 de septiembre de 2014

JESÚS DE NAZARET

Libro del año 2007 escrito por el actual Papa emérito Benedicto XVI, os dejo la dirección de página para que lo leáis con interés, os resultará de mucha ayuda.



              http://biblio3.url.edu.gt/SinParedes/08/Benedicto-XVI-Jesus.pdf


Copia la dirección anterior y pegala en la barra del navegador para acceder al libro.








jueves, 18 de septiembre de 2014

Tema de reflexión para la vigilia del próximo mes de octubre

Bienaventuranzas.-VIII.- Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
¿A quiénes dirige Cristo esta Bienaventuranza? ¿A quiénes podemos llamar misericordiosos, cuando la misericordia parece una virtud que sólo Dios puede vivir, que tanta gloria da a Dios?
 Son misericordiosos quienes aman verdaderamente a sus hermanos con el corazón y en el corazón de Cristo y no discriminan a nadie, no juzgan a nadie, no dejan de rezar por nadie, y ofrecen su vida por todos sin esperar nada a cambio.
Son misericordiosos los que tienen su corazón en la miseria moral, física y espiritual de los demás; los compasivos; los que comprenden las debilidades y flaquezas del prójimo y le ayudan a superarlas.
Son misericordiosos quienes no se asustan de ningún mal, conscientes de que en Cristo podemos vencer todo pecado, y saben que hay que vencer el mal con abundancia de bien.
Son misericordiosos quienes, conscientes de su debilidad y de su fragilidad, están abiertos a perdonar a todos los que han procurado hacerles mal. Y los perdonan, aunque los ofensores no reconozcan el mal que han hecho o han pretendido hacer.
Son misericordiosos quienes desagravian a Dios por las ofensas y los pecados de los demás. Tienen el corazón en la pena y el dolor de Cristo, y le acompañan.
Son misericordiosos quienes abren su corazón a las necesidades de los demás, y muy especialmente a las necesidades espirituales. Quienes acogen a todos, no juzgan a nadie, y les ayudan a reconocer su pecado y a pedir perdón. Quienes no condenan a nadie y les animan a arrepentirse de verdad, sin temor, y a pedir perdón de sus pecados.
"No he venido a llamar a justos sino a pecadores" (Mt 9,13). Jesús aceptó la invitación de Mateo a comer en su casa, que se llenó enseguida de publicanos y pecadores. Los fariseos preguntaron a los discípulos por qué comía su Maestro con publicanos y pecadores. Pero fue Jesús el que les respondió: "No necesitan médico los que están sanos, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento” (Mt 9, 10-13).
Cristo, en el episodio de la mujer adúltera, nos da un ejemplo vivo de su corazón misericordioso. Una vez que la mujer admite su pecado, todos los que la acusan quieren apedrearla. El Señor guarda silencio, y después invita a todos a que miren su corazón, su propio pecado.  Cristo no la condena: la deja marchar. Le perdona el pecado, y a la vez le recuerda que ha pecado y  le incita para que no vuelva a pecar (cfr.  Jn 8, 3-11).
Cristo nos ofreció  el supremo acto de misericordia cuando, clavado en la Cruz,  rogó al Padre por quienes le crucificaban y por cada uno de nosotros, porque también sufrió por nuestros pecados: "Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen" (Lc 23, 34).
Esta bienaventuranza señala uno de los más altos grados de Caridad –junto al martirio- que el hombre puede alcanzar en la tierra. Es la manifestación palpable de que el hombre puede amar como Cristo nos ama. El misericordioso realiza en Cristo ese misterio del amor de Dios que san Pablo desvela en los últimos versículos de su canto a la Caridad: "La caridad todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, lo soporta todo" (1 Cor 13, 6). El corazón del misericordioso mantiene siempre vivo en el mundo el reflejo de la llama de amor del Corazón de Cristo.
“Misericordia quiero y no sacrificio” (Mt 9, 13), recuerda el Señor. El misericordioso vive ese regalo de Dios que es el Espíritu Santo, y que Dios ha derramado en el corazón de los hombres (cfr. Rm, 5, 5).
“Dios rico en misericordia; tardo a la ira” (Ex 34, 5-6). Y tiene el corazón en la miseria  y en los pecados de los hombres.        
* * * * * *
Cuestionario

          1.- ¿Juzgo y desprecio a los demás, sin considerar que yo también soy un pecador?
2.- ¿Desagravio al Señor por los pecados de los demás, y pido perdón al Señor por no haber ayudado a muchos amigos a abandonar su vida de pecado?
3.- ¿Perdono de todo corazón las ofensas e injusticias recibidas, y rezo por quienes me han tratado mal y han querido hacerme daño?

jueves, 11 de septiembre de 2014

VIGILIA DE SEPTIEMBRE




QUEDAS INVITADO, ACUDE A LA CITA

El viernes 12 de septiembre a partir de las 20,30 horas, celebraremos la vigilia del turno "Virgen de las Penas" correspondiente a este mes en el Oratorio Santa María Reina de la Venerable Hermandad de las Penas.


El tema de reflexión para esta ocasión, y como en anteriores vigilias, sobre las bienaventuranzas. Nos dijo el Señor: "Bienaventurado los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados", en esta vigilia trataremos en concreto de ésta.

No se debe acudir por comodidad a la llamada de ser cristiano; en cambio, el cristiano debe ser muy activo y llevar a la vida cotidiana, en su quehacer, en su ambiente, la Palabra de Dios, con el ejemplo, perseverando y entregándose, sin publicidad, sin campanitas que suenen, con sigilo, con verdadero amor. 

Deberíamos USAR MUCHO el verbo bienaventurar: YO BIENAVENTURO, TU BIENAVENTURAS, EL BIENAVENTURA, NOSOTROS BIENAVENTURAMOS, VOSOTROS BIENAVENTURAIS, ELLOS BIENAVENTURAN.

Fabio Antonio Fernández Torres.
Presidente del turno IV "Virgen de las Penas"










sábado, 9 de agosto de 2014

Tema de reflexión para la próxima vigilia de Septiembre: Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.


Aparece en el boletín Velad y Orad, número  521 de Agosto/Septiembre del 2014

¿Quiénes son los "Bienaventurados que tienen hambre y sed de justicia"? Quienes aman a Dios -Bien inmutable y eterno- sobre todas las personas y sobre todas las cosas, y desean que ellos y todos los hombres den  gloria a Dios en todas sus acciones. Quienes se alegran de la conversión de los pecadores, porque así los pecadores también podrán apreciar la misericordia y el amor de Dios. Quienes se gozan cuando el nombre de Dios es ensalzado, querido y venerado, porque saben que es ésa la verdadera justicia, y que en dar "gloria a Dios", adquiere la criatura su verdadera dignidad.

Quienes luchan para erradicar de la sociedad cualquier tipo de discriminación y de injusticias en el trato entre los ciudadanos, hombres o mujeres, defendiendo la libertad de todos dentro del respeto mutuo y del reconocimiento de la personalidad de cada uno.

Quienes anhelan cambiar leyes injustas que impiden que en la sociedad de los hombres reine una atmósfera de paz y de caridad, de solidaridad, que permiten la matanza de inocentes en el seno materno, que invitan a la destrucción de las familias, con divorcios y procedimientos acelerados para deshacer cualquier vínculo matrimonial. Quienes se esfuerzan por superar cualquier tipo de discriminación dentro de la sociedad, porque saben que todos los hombres somos hijos de Dios.

Quienes defienden y luchan  para que sea reconocido el derecho de los padres a la educación de sus hijos, y no permiten manipulaciones y adoctrinamientos en la formación humana, moral, religiosa de sus hijos, ni por parte del Estado, ni de ninguna otra institución civil o religiosa, en la que ellos no hayan confiado la educación de la familia.

Quienes luchan para que la Iglesia pueda anunciar libremente a Cristo en todos los lugares del mundo. Quienes se solidarizan con los marginados y desvinculados de la sociedad, por motivos ideológicos, de fortuna, de enfermedad, de religión, de sexo, etc.. Quienes defienden el derecho a nacer, a la vida, de los que se presentan al mundo con el síndrome Down o con cualquier otro tipo de discapacidad.

Hambre y sed de justicia es la que manifiestan todos los cristianos cuando tienen hambre de que Cristo sea conocido, amado, adorado. El cristiano sabe que Cristo es "el Camino, la Verdad y la Vida", y que la mejor obra de justicia y de caridad que puede hacer, es ayudar, con su palabra y el ejemplo de su vida, a que otras personas descubran también esta Verdad que ilumina al mundo y los hombres.

Cristo expresó su "hambre y sed de justicia", entre otros momentos, al recordar a los Apóstoles que "había venido a traer fuego (el fuego es figura del Espíritu Santo) a la tierra y ¿qué he de querer sino que se encienda?" (lc 12, 49). Al actuar movido "por el celo de la Casa del Padre", y expulsar a los mercaderes del templo (cfr. Jn 2, 17). Al prometernos que: "lo que pidiereis en mi nombre eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo" (jn 14, 13); y de otra manera muy particular cuando se hace uno con los "hambrientos, los sedientos, lo peregrinos, los desnudos, los enfermos, los encarcelados" (cfr. Mt. 35 y ss), y dice a sus discípulos: " En verdad o digo que cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos, menores, a mi me lo hicisteis".

Esta bienaventuranza manifiesta claramente la acción de la caridad en el alma del cristiano. Caridad que le lleva a amar a Dios sobre todas las cosas, y a gozarse en que Cristo sea reconocido como Hijo de Dios hecho hombre, y ver que los hombres caminan en la verdad: "Me alegré mucho al encontrar entre tus hijos quienes viven según la verdad" (2Jn 4).

Cuestionario:

1. ¿Trabajo y animo a otros, para aunar esfuerzos y conseguir que en la sociedad sean promulgadas leyes en defensa de la vida, leyes que reconozcan la personalidad del concebido no nacido, leyes a favor de la familia y especialmente de las familias numerosas?

2. ¿Me preocupo de las situaciones de injusticia contra la vida, la familia, las personas, que están a mi alrededor?¿Hago discriminaciones con algún tipo de personas, negándoles las posibilidades de trabajar?

3. ¿Vivo la caridad con los más necesitados, especialmente con los discapacitados, los enfermos, los marginados, los emigrantes?

viernes, 8 de agosto de 2014

EL SIGNIFICADO RITUAL DEL DON DE LA PAZ EN LA MISA


EL SIGNIFICADO RITUAL DEL DON DE LA PAZ EN LA MISA
l. «La paz os dejo, mi paz os doy», 1 son las palabras con las que Jesús promete a
sus discípulos reunidos en el cenáculo, antes de afrontar la pasión, el don de la paz, para
infundirles la gozosa certeza de su presencia permanente. Después de su resurrección, el
Señor lleva a cabo su promesa presentándose en medio de ellos, en el lugar en el que se
encontraban por temor a los Judíos, diciendo: «[Paz a vosotros!»," La paz, fruto de la
Redención que Cristo ha traído al mundo con su muerte y resurrección, es el don que el
Resucitado sigue ofreciendo hoy a su Iglesia, reunida para la celebración de la
Eucaristía, de modo que pueda testimoniarla en la vida de cada día.
2. En la tradición litúrgica romana el signo de la paz, colocado antes de la
Comunión, tiene un significado teológico propio. Éste encuentra su punto de referencia
en la contemplación eucarística del misterio pascual- diversamente a como hacen otras
familias litúrgicas que se inspiran en el pasaje evangélico de Mateo (cf. Mt 5, 23) _
presentándose así como el "beso pascual" de Cristo resucitado presente en el altar.' Los
ritos que preparan a la comunión constituyen un conjunto bien articulado dentro del cual
cada elemento tiene su propio significado y contribuye al sentido del conjunto de la
secuencia ritual, que conduce a la participación sacramental en el misterio celebrado. El
signo de la paz, por tanto, se encuentra entre el Pater noster - al cual se une mediante el
embolismo que prepara al gesto de la paz - y la fracción del pan - durante la cual se
implora al Cordero de Dios que nos dé su paz -. Con este gesto, que «significa la paz, la
comunión y la caridad»," la Iglesia «implora la paz y la unidad para sí misma y para
toda la familia humana, y los fieles se expresan la comunión eclesial y la mutua calidad,
antes de la comunión sacrarnentabx ' es decir, la comunión en el Cuerpo de Cristo
Señor.
1 Jn 14,27
2 Cf. Jn 20, 19-23.
3 Cf. MISSALE ROMAJ'WM ex decreto Ss. Concilii Tridentini restitutum summorum pontificum cura
recognitum, Editio typica, 1962, Ritus servandus, X, 3.
4 CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS, Instr.,
Redemptionis sacramentum, 25 marzo 2004, n. 71: AAS 96 (2004) 571.
5 MISSAlE ROMANUM, ex decreto sacrosancti Oecumenici Concilii Vaticani Il instauratum,
auctoritate Pauli Pp. VI promulgatum, Ioannis Pauli Pp. Il cura recognitum, editio typica tertia, diei 20
aprilis 2000, Typis Vaticanis, reimpressio emendata 2008, Ordenación General del Misal Romano, n. 82.
Cf. BENEDICTO XVI, Exhort. Aposl. post-siuod., Sacramentum caritatis, 22 febrero 2007, n. 49: AAS 99
(2007) 143.
\. En la Exhortación Apostólica post-sinodal Sacramentum caritatis el Papa
Benedicto XVI había confiado a esta Congregación la tarea de considerar la
problemática referente al signo de la paz," con el fin de salvaguardar el valor sagrado de
la celebración eucarística y el sentido del misterio en el momento de la Comunión
sacramental: «La Eucaristía es por su naturaleza sacramento de paz. Esta dimensión del
Misterio eucarístico se expresa en la celebración litúrgica de manera específica con el
gesto de la paz. Se trata indudablemente de un signo de gran valor (cf. Jn 14, 27). En
nuestro tiempo, tan lleno de conflictos, este gesto adquiere, también desde el punto de
vista de la sensibilidad común, un relieve especial, ya que la Iglesia siente cada vez más
como tarea propia pedir a Dios el don de la paz y la unidad para sí misma y para toda la
familia humana. [oo.] Por ello se comprende la intensidad con que se vive
frecuentemente el lito de la paz en la celebración litúrgica. A este propósito, sin
embargo, durante el Sínodo de los Obispos se ha visto la conveniencia de moderar este
gesto, que puede adquirir expresiones exageradas, provocando cierta confusión en la
asamblea precisamente antes de la Comunión. Sería bueno recordar que el alto valor del
gesto no queda mermado por la sobriedad necesaria para mantener un clima adecuado a
la celebración, limitando por ejemplo el intercambio de la paz a los más cercanoso.i
..L El Papa Benedicto XVI, además de destacar el verdadero sentido del rito y del
signo de la paz, ponía en evidencia su gran valor como aportación de los cristianos, para
colmar, mediante su oración y testimonio, las angustias más profundas e inquietantes de
la humanidad contemporánea. Por esta razón, renovaba su invitación a cuidar este lito y
a llevar a cabo este signo litúrgico con sentido religioso y sobriedad.
:'l, El Dicasterio, en base a las disposiciones del Papa Benedicto XVI, se dirigió a
las Conferencias de los Obispos en mayo de 2008 pidiendo su parecer sobre si mantener
el signo de la paz antes de la Comunión, donde se encuentra ahora, o si cambiarlo a otro
momento, con el fin de mejorar la comprensión y el desarrollo de tal gesto. Tras una
profunda reflexión, se ha visto conveniente conservar en la liturgia romana el lito de la
paz en su puesto tradicional y no introducir cambios estructurales en el Misal Romano.
Se ofi:ecen a continuación algunas disposiciones prácticas para expresar mejor el
contenido del signo de la paz y para moderar los excesos, que suscitan confusión en la
asamblea litúrgica justo antes de la Comunión.
(), El tema tratado es importante. Si los fieles no comprenden y no demuestran
vivir, en sus gestos rituales, el significado correcto del rito de la paz, se debilita el
concepto cristiano de la paz y se ve afectada negativamente su misma fructuosa
participación en la Eucaristía. Por tanto, junto a las precedentes reflexiones, que pueden
constituir el núcleo de una oportuna catequesis al respecto, para la cual se ofrecerán
algunas líneas orientativas, se somete a la prudente consideración de las Conferencias
de los Obispos algunas sugerencias prácticas:
;1) Se aclara definitivamente que el rito de la paz alcanza ya su profundo significado
con la oración y el ofrecimiento de la paz en el contexto de la Eucaristía. El darse la
6 Cf. BENEDICTO XVI, Exhort. Apost., Sacramentum caritatls, 22 febrero 2007, n. 49, nota n. 150:
AAS 99 (2007) 143.
7 BENEDICTO XVI, Exhort, Apost., Sacramentum caritatis, 22 febrero 2007, n. 49: AAS 99 (2007)
143.
paz correctamente entre los participantes en la Misa enriquece su significado y
confiere expresividad al rito mismo. Por tanto, es totalmente legítimo afirmar que no
es necesario invitar "mecánicamente" a darse la paz. Si se prevé que tal intercambio
no se llevará a cabo adecuadamente por circunstancias concretas, o se retiene
pedagógicamente conveniente no realizarlo en determinadas ocasiones, se puede
omitir , e incluso, debe ser omitido. Se recuerda que la rúbrica del Misal dice:
"Deinde, pro opportunitate, diaconus, ve! sacerdos, sublungit: Offerte vobis
pacern'v'
h) En base a las presentes reflexiones, puede ser aconsejable que, con ocasión de la
publicación de la tercera edición típica del Misal Romano en el propio País, o
cuando se hagan nuevas ediciones del mismo, las Conferencias consideren si es
oportuno cambiar el modo de darse la paz establecido en su momento. Por ejemplo,
en aquellos lugares en los que se optó por gestos familiares y profanos del saludo,
tras la experiencia de estos años, se podrían sustituir por otros gestos más
apropiados.
e) De todos modos, será necesario que en el momento de darse la paz se eviten
algunos abusos tales como:
- La introducción de un "canto para la paz", inexistente en el Rito romano."
- Los desplazamientos de los fieles para intercambiarse la paz.
- El que el sacerdote abandone el altar para dar la paz a algunos fieles.
- Que en algunas circunstancias, como la solemnidad de Pascua o de Navidad, o
durante las celebraciones rituales, como el Bautismo, la Primera Comunión, la
Confirmación, el Matrimonio, las sagradas Órdenes, las Profesiones religiosas o
las Exequias, el darse la paz sea ocasión para felicitar o expresar condolencias
entre los presentes. 10
el) Se invita igualmente a todas la Conferencias de los Obispos a preparar
catequesis litúrgicas sobre el significado del rito de la paz en la liturgia romana y
sobre su correcto desarrollo en la celebración de la Santa Misa. A éste propósito, la
Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos acompaña la
presente Carta circular con algunas pistas orientativas.
7. La íntima relación entre !ex orandi y lex credendi debe obviamente extenderse a
la lex vivendi. Conseguir hoy un compromiso serio de los católicos de cara a la
construcción de un mundo más justo y pacífico implica una comprensión más profunda
del significado cristiano de la paz y de su expresión en la celebración litúrgica. Se
invita, pues, con insistencia a dar pasos eficaces en tal materia ya que de ello depende la
8 MISSALE ROMANUTvI,Ordo Missae, n. 128
9 En el Rito romano no está tradicionalmente previsto un canto para la paz porque se prevé un
tiempo brevísimo para dar la paz sólo a los más cercanos. El canto de la paz sugiere, por el contrario, un
tiempo mucho más amplio para el intercambio de la paz.
10 Cf. Ordenación General del Misal Romano, n. 82: «Conviene, sin embargo, que cada uno exprese
sobriamente la paz sólo a los que tiene más cerca»; n. 154: «El sacerdote puede dar la paz a los ministros,
pennaneciendo siempre dentro del presbiterio, para no alterar la celebración. Hágase del mismo modo si,
por una causa razonable, desea dar la paz a algunos fieles»;
 CONGREGACIÓNPARAEL CULTO DIVINO y LA
DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS, Instr., Redemptionis sacramentum, 25 marzo 2004, n. 72: AAS 96
(2004) 572.
calidad de nuestra participación eucarística y el que nos veamos incluidos entre los que
merecen la gracia prometida en las bienaventuranzas a los que trabajan y construyen la
paz. I1
~'. Al finalizar estas consideraciones, se exhorta a los Obispos y, bajo su guía, a los
sacerdotes a considerar y profundizar en el significado espiritual del rito de la paz, tanto
en la celebración de la Santa Misa como en la propia formación litúrgica y espiritual o
en la oportuna catequesis a los fieles. Cristo es nuestra paz,12 la paz divina, anunciada
por los profetas y por los ángeles, y que Él ha traído al mundo con su misterio pascual.
Esta paz del Señor Resucitado es invocada, anunciada y difundida en la celebración,
también a través de un gesto humano elevado al ámbito sagrado.
El Santo Padre Francisco, el 7 de junio de 2014, ha aprobado y confirmado cuanto se
contiene en esta Carta circular, preparada por la Congregación para el Culto Divino y
la Disciplina de los Sacramentos, y ha dispuesto Sil publicación.
En la sede de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos,
a 8de junio de 2014, en la solemnidad de Pentecostés.

miércoles, 30 de julio de 2014

VIGILIA DE AGOSTO, 1-8-2014

En esta ocasión celebraremos la Vigilia del turno en la Parroquia de los Santos Mártires junto a los turnos de la misma, puesto que el Oratorio sigue ocupado con la máquina elevadora que usa el pintor para realizar la obra pictórica del techo.
Será el viernes 1 de agosto a las 21 horas. Se ruega traigan el manual y emblema.
El boletín esta a disposición de los adoradores en la Casa de Hermandad de las Penas, trae el contenido para los meses de Agosto y Septiembre.
Recordar  también el donativo.

jueves, 10 de julio de 2014

Vigilia de Julio. Viernes día 11

El viernes 11 a partir de las 20,30 h. dará comienzo la vigilia del turno en el Oratorio Virgen de las Penas, acudirán a la cita dos turnos mas de la feligresía.
Se rezaran las horas según el esquema II del manual, página 87.
Las intenciones de esta día por la Justicia Social y el bien común.
Si no eres adorador, pero quieres participar, acude a dicha cita.

domingo, 22 de junio de 2014

VIGILIA EXTRAORDINARIA DEL CORPUS

Magnífica jornada la vivida durante la Vigilia de la Festividad del Corpus organizada por la Adoración Nocturna en la Iglesia de Los Mártires.
Estuvieron presentes adoradores del turno IV "Virgen de las Penas".
La vigilia extraordinaria consiguió llenar de adoradores, de los diferentes turnos, la Iglesia, donde se celebró la Eucaristía presidida por el Arcipreste del centro y el Director Espiritual del Consejo Diocesano de A.N.E. en Málaga.
Con la Exposición de Su Majestad Divina, hubo rezos, lecturas, oraciones, y cantos y recibió adoración de todos los presentes.
Una preparación para hoy día 22 de junio donde la Iglesia de Málaga celebra el Día del Señor. El Corpus Christi que presente en su Custodia recorrerá las calles del centro histórico a partir de las 19 horas desde la Catedral de la Encarnación.

viernes, 16 de mayo de 2014

¡ADOREMOS AL SANTÍSIMO SACRAMENTO!

La Adoración Nocturna Española quiere más adoradores y brinda la oportunidad a todos los que estos puntos leyesen y se integren al turno que decidan para participar en las Vigilias de Adoración.


1. La gente vive muy deprisa y preocupada por lo material.

2. Faltan espacios de tiempo y lugar para la reflexión personal y el encuentro con Dios y         consigo mismo.

3. Hay mucha gente que encuentra esos espacios en el templo y en el silencio de la noche.

4. Así lo hacen, por ejemplo, los grupos de Adoración Nocturna que se reúnen en esas             horas de la noche, una vez al mes, para adorar al Señor, reflexionar y dialogar con Él.

5. La Adoración Nocturna es un movimiento de la Iglesia impulsada por el Papa y los              Obispos, conscientes de la necesidad que existe de:

                                                   ESCUCHAR a Jesús que nos habla.

                                                   REVITALIZAR con la oración la vida espiritual de los                                                          creyentes.

                                                   SER EL SOPORTE de la obra evangelizadora de la Iglesia

                                                   REPARAR por las injusticias y desórdenes de la sociedad

6. La Adoración Nocturna está extendida por todo el mundo. En las distintas parroquías de       España hay grupos de cristianos amantes de la Eucaristía que, sintiendo la necesidad del     encuentro con Dios y consigo mismos, asisten a la cita mensual con Jesús Sacramentado       creyendo, esperando y amando para unirse en oración a toda la Iglesia.

7. ¿QUIERES SENTIR TÚ TAMBIÉN EL GOZO DE LA EXPERIENCIA?

INFÓRMATE EN:

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                           Turno 4º VIRGEN DE LAS PENAS.   

                          Corrreo electrónico:          a.n.e.turnoIV@gmail.com
                          Teléfono:                          652100668



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jueves, 15 de mayo de 2014

VIGILIA DE MAYO DEL TURNO 4º VIRGEN DE LAS PENAS

TENDRÁ LUGAR EL VIERNES 23 DE MAYO A PARTIR DE LAS 20,30 HORAS, EN EL ORATORIO SANTA MARÍA REINA DE LA HERMANDAD DE LAS PENAS.


Por motivos de uso del Oratorio por actos y cultos de la Hermandad de las Penas, la vigilia del turno que hubo de celebrarse el viernes 9 de mayo, se ha fijado para el viernes 23 de mayo a partir de las 20,30 h.

Temas que trata el Boletín de Mayo de Velad y Orad:

El tema de reflexión para este mes continúa con las Bienaventuranzas o la Plenitud de la vida cristiana, como subtitula el artículo, que trata dicho tema de reflexión, en las págs. 6 y 7 del boletín "Velad y Orad".

Las intenciones del S.S. El Papa para mayo:

General: Para que los medios de comunicación sean instrumento al servicio de la verdad y la paz.

Misionera: Para que María, Estrella de la Evangelización, guíe la misión de la Iglesia de anunciar a Cristo y a todos los pueblos.

Las intenciones de la Conferencia Episcopal: Por el pueblo cristiano, para que acogiendo, como María, la Palabra de dios con fe y humildad crezca en el conocimiento de la fe y viva cada vez más de acuerdo con ella.

La editorial está dedicada a María, pues este mes de mayo está por entero dedicado a Ella.

En la pág. 4 se trata del V Encuentro de jóvenes adoradores del sur de España, en esta ocasión celebrada los días 1 y 2 de mayo en el Palacio de Dueñas de Sevilla. 

El Director Espiritual de A.N.E. relata "El Pan de Vida" en una primera entrega... hay que tener hambre de espiritualidad..qué siginifica que Jesús sea el pan de vida, cómo se puede comer ese pan, y quién tiene la voluntad para venir a comerlo. Interesante artículo que nos desvela Don Federico sobre el significado del Pan de la Vida.

En la página 8, un artículo donde el vuelco de la Hermandad de las Penas, en cuanto a la Adoración al Santísimo es notoria y primordial en su Oratorio y la participación en todo lo referente al Corpus Christi tanto en el Oratorio como en la Parroquía, sin duda, como si se tratase de una Cofradía Sacramental, no en vano toda la trayectoria cultual así lo demuestra, y en los cultos que se organizan siempre está la presencia en Cuerpo y Alma de Jesús Sacramentado.Escribe el Presidente del turno 4º, un servidor.

En la página 11, Don Sebastián Rivas Briales, del turno 13, sigue con su meditación del "Evangelii gaudium".. la mayor alegría que podemos tener es el gran acontecimiento de la presencia de Jesús en la Eucaristía...

En la págian 14, Ángel Márquez del turno 23 nos da unas pinceladas sobre Mons. Ángel Herrera Oria, que fue nombrado Cardenal por Pablo VI en 1965 por su fecundo trabajo pastoral.

En la página 15, se copia de Luís de Trelles, de su obra "la lámpara del Santuario" el tema María, Adoradora.

En la página 17, el Catedrático de Teología Moral, Rvdo D. José Román Flecha Andrés, trata sobre el libro que recientemente se ha publicado, y cuyo autor es Wilfred Härle sobre la dignidad humana. ... las cosas tienen precio, pero la persona no puede tener precio: tiene dignidad...

Recordar que todo interesado en participar en la vigilia, puede presentarse el día de la cita y compartir con todos nosotros la misma. Si prefieres información puedes enviar un correo con tu número de teléfono y te llamamos, a la cuenta   a.n.e.turnoIV@gmail.com 


Por:
Fabio Antonio Fernández Torres
Presidente del turno 4º "Virgen de las Penas"




viernes, 9 de mayo de 2014

VIGILIA DE MAYO. Será el 23 de Mayo en el Oratorio a las 20.30 h.

El viernes 23 de mayo, a partir de las 20,30 h. se celebrará la Vigilia del Turno IV, Virgen de las Penas, en el Oratorio de la Cofradía de las Penas.
Estando previsto para el día 9 de mayo se ha trasladado al día 23 porque la Hermandad de las Penas en esta ocasión celebrará el día 10 de mayo una exposición con motivo de la Noche en Blanco y el día previo están  de montaje en dicho Oratorio, por lo que no es posible celebrar la vigilia, de forma que se traslada de fecha.




martes, 6 de mayo de 2014

TEMA DE REFLEXIÓN. MAYO 2014. BIENAVENTURANZAS (III).

..la vida que se expresa en las bienaventuranzas manifiesta que el hombre se ha convertido en hombre cristiano, en testimonio de Cristo.
"Vosotros sois la sal de la tierra". "Vosotros sois la luz del mundo", dice el Señor a sus discípulos.
Él sigue viviendo en sus discípulos, -en nosotros-, por la acción de la gracia de los sacramentos. Esa gracia mueve a sus discípulos a llevar a cabo todas sus acciones en la tierra: PIEDAD, TRABAJO, VIDA DE FAMILIA, RELACIONES SOCIALES, POLÍTICAS, CULTURALES, etc.., con Cristo, por Cristo, en Cristo, viviendo el espíritu de las bienaventuranzas.

Extracto del artículo de mayo del boletín de Velad y Orad para la reflexión de la vigilia de la Adoración Nocturna de dicho mes.


miércoles, 23 de abril de 2014

25 DE ABRIL, Nuestra Vigilia

El viernes 25 de abril a las 20,30 h. tendrá lugar en nuestra Parroquia de los Santos Mártires la Vigilia y turno de vela correspondiente a este mes junto a los otros dos turnos de la Parroquia.

En la junta previa haremos entrega del boletín de mayo. Acordarse traer el manual y la insignia.

Quiero desde aquí invitar la asistencia de amigos y conocidos, pues compartir esta gran experiencia es una oportunidad que  servirá espiritualmente a quien la viva y participe.

La foto es la nueva portada del boletín.

domingo, 20 de abril de 2014

Felices Pascuas de Resurrección

Las imágenes del Santísimo Cristo Resucitado y Maria Santísima Reina de los Cielos, momentos antes de la Salida en procesión por las calles del centro histórico de Málaga, la procesión tuvo que recortar el recorrido pues comenzó a llover a una hora de la salida que tuvo lugar entorno a las diez de la mañana desde la Iglesia de San Julián.

El año pasado no hicieron la salida precisamente por riesgo de lluvia pronosticado.

viernes, 18 de abril de 2014

VIGILIA EXTRAORDINARIA DE JUEVES SANTO 2014

En la Parroquía de los Santos Mártires se celebra la vigilia extraordinaria de Jueves Santo de la Adoración Nocturna.

El turno IV "Virgen de las Penas" acude a la cita, dentro de la Capilla del Santísimo de los Santos Mártires.

En el exterior, miles de personas, están pendientes de contemplar las procesiones del Jueves Santo por las calles de la ciudad, son las cofradías de Santa Cruz, Sagrada Cena, Viñeros, Mena, Misericordia, Zamarrilla y Esperanza que ofrecen momentos de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, en el interior del templo y en presencia del Monumento conmemoramos precisamente la Pasión salvadora de Cristo.

Durante la vigilia participamos de oraciones, rezos, lecturas y cantos, como el Pange Lingua; destacar dos lecturas de esta vigilia, de la Carta a los Hebreos, 9,11-28 Cristo, sumo sacerdote, con su propia Sangre, ha entrado en el Santuario una vez para siempre y de la catequesis de S. Juan Crisóstomo, obispo (catequesis 3, 13-19; SC 50, 174-177), El valor de la Sangre de Cristo. Se realizaron también las lecturas evangélicas que señala el manual de la Adoración en la pág. 498.

Se concluyó con el ejercicio del Via Crucis, según fórmula de la pág. 625 del Manual. 
El Monumento estuvo iluminado hasta las doce de la noche, apagándose los cirios y luces a partir de esa hora y considerándose ya como reserva habitual. 
Los adoradores presentes recorrieron las diferentes estaciones por el interior del templo, mientras que un adorador permaneció haciendo las lecturas de las diferentes estaciones.

Desde aquí y por si les llegara, un recuerdo entrañable para dos adoradores del turno 9 de la Adoración Nocturna Española de León, que estuvieron con nosotros en la Vigilia, que por su simpatía y generosidad se nota que están invadidos de Nuestro Señor Jesucristo.

El próximo viernes 25 de abril, celebraremos la vigilia propia del turno cuarto, durante la reunión preparatoria también recordaremos a nuestros hermanos de León.

   Fabio Antonio Fernández Torres. Presidente del turno IV "Virgen de las Penas"







viernes, 14 de marzo de 2014

QUINARIO en la HERMANDAD DE LAS PENAS

Magníficos los cultos organizados por esta Hermandad, durante el Quinario en honor al Santísimo Cristo de la Agonía, destacando la adoración al Stmo. Expuesto sobre el Altar del Oratorio. Donde hermanos y fieles, oran, meditan, cantan y reciben la bendición.

jueves, 6 de marzo de 2014

Exposición diaria del Santísimo durante el Quinario de la Hermandad de las Penas

Desde el martes 11de marzo al sábado 15, a partir de las 20 horas estará expuesto el Santísimo, para adoración de los fieles, jornada de oración y meditación, tras la cual se hará la bendición y reserva.

Las oraciones de entrada están elegidas por el turno IV " Virgen de las Penas" de la Adoración Nocturna Española.

Desde la Hermandad nos invitan a los adoradores de todos los turnos y al Consejo Diocesano a la asistencia a estos cultos.

Se celebran en el Oratorio Santa María Reina sita en Plazuela Virgen de las Penas, confluencia entre calle Pozos Dulce y Arco de la Cabeza de Málaga.

viernes, 28 de febrero de 2014

MISA DEDICADA A LA PRONTA BEATIFICACIÓN DEL DR. D. JOSÉ GÁLVEZ GINACHERO

Celebrada hoy 28 de febrero del 2014 a las 20 horas,   en la Parroquia de los Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga la Santa Misa dedicada para la pronta beatificación del Siervo de Dios José Gálvez Ginachero, ofició la celebración el Rvdo. D. José Diéguez Rodríguez, recién nombrado Director Espiritual de la Asociación Pro-Beatificación de Don José Gálvez Ginachero, estuvo presente D. Sebastián Rivas Briales representando a la Asociación, D. Fabio Antonio Fernández Torres, representando a la Adoración Nocturna Española y presidente del turno 4º "Virgen de las Penas", miembros de la familia y otros fieles.

Durante la homilía, el Rvdo. Diéguez destacó la labor y empeño de D. José con dedicación a sus muchos quehaceres y a su familia, resaltando la multitud de obras de misericordia que realizó, y el amor tan profundo que profesaba a la Eucaristía, siendo ejemplo para todo cristiano, por hacernos ver que desde el trabajo, en el trabajo y teniendo a Dios siempre presente se tiene un camino de santificación. Deseando la pronta elevación a los altares.


Desde la Asociación pretenden dar una misa por el mismo fín los días 29 de cada mes a las 20 horas en la Parroquia de los Santos Mártires.




jueves, 27 de febrero de 2014

MISAS PRO-BEATIFICACIÓN DEL SIERVO DE DIOS D. JOSÉ GÁLVEZ GINACHERO


Para los que viven en Málaga, les comunico que para pedir al Señor por la pronta beatificación de nuestro Presidente Diocesano, el Dr. D. José Gálvez Ginachero, tendremos la celebración de la santa Misa el próximo viernes, día 28 de febrero a las 20 h. (8 de la tarde) en la parroquia de los Santos Mártires San Ciriaco y Santa Paula.

Los adoradores deberíamos difundir la vida de este adorador, y será un gran acontecimiento el día de su beatificación en Málaga.

Esperamos una buena asistencia de adoradores el próximo día 28 en la parroquia de los Mártires y que cada adorador procure llamr a los de su turno.

Todos los meses se tendrá la celebración de la santa Misa los días 29, a no ser que sea sábado o domingo, que se indicará cuando se celebraría.


lunes, 24 de febrero de 2014

VIA CRUCIS, TODOS LOS VIERNES DE CUARESMA

Organiza Adoración Nocturna Española de Málaga en la Parroquía de San Juan. Tras la Santa Misa de las 18 h.

El Consejo Diocesano de Adoración Nocturna Española informa que todos los viernes de cuaresma celebraremos el ejercicio del Via Crucis en la Parroquia de San Juan Bautista, a continuación de la Santa Misa de las seis de la tarde.




















«VÍA CRUCIS»
con las Estaciones comentadas e ilustradas
.
El Vía crucis es una devoción centrada en los Misterios dolorosos de Cristo, que se meditan y contemplan caminando y deteniéndose en las estaciones que, del Pretorio al Calvario, representan los episodios más notables de la Pasión.
La difusión del ejercicio del Vía crucis ha estado muy vinculada a la Orden franciscana. Pero no fue San Francisco quien lo instituyó tal como lo conocemos, si bien el Pobrecillo de Asís acentuó y desarrolló grandemente la devoción a la humanidad de Cristo y en particular a los misterios de Belén y del Calvario, que culminaron en su experiencia mística en la estigmatización del Alverna; más aún, San Francisco compuso unOficio de la Pasión de marcado carácter bíblico, que es como un «vía crucis franciscano», y que rezaba a diario, enmarcando cada hora en una antífona dedicada a la Virgen. En todo caso, fue la Orden francisana la que, fiel al espíritu de su fundador, propagó esta devoción, tarea en la que destacó especialmente San Leonardo de Porto Maurizio.
El Vía crucis consta de 15 estaciones, catorce se fija en un paso o episodio de la Pasión del Señor. A veces se añade una decimaquinta, dedicada a la resurrección de Cristo. En la práctica de este ejercicio piadoso, las estaciones tienen un núcleo central, expresado en un pasaje del Evangelio o tomado de la devota tradición cristiana, que propone a la meditación y contemplación uno de los momentos importantes de la Pasión de Jesús. Puede seguirle la exposición del acontecimiento propuesto o la predicación sobre el mismo, así como la meditación silenciosa. Ese núcleo central suele ir precedido y seguido de diversas preces y oraciones, según las costumbres y tradiciones de las diferentes regiones o comunidades eclesiales. En la práctica comunitaria del Vía crucis, al principio y al final, y mientas se va de una estación a otra, suelen introducirse cantos adecuados.
Aquí ofrecemos el Vía crucis con textos e imágenes que ayuden a meditar y contemplar «los excesos del amor de Cristo». Los fieles y las comunidades sabrán escoger lo que les sea más útil en sus circunstancias y lo que mejor les ayude a seguir a Cristo, acompañando a María y acompañados de ella.
Introducción.- Para una información más amplia y profunda sobre la historia y naturaleza del Vía crucis, véase el artículo de Antonio Izquierdo, L.C.: Vía crucis de Cristo y del cristiano .
EJERCICIO DEL VÍA CRUCIS
Por la señal de la Santa Cruz... Señor mío Jesucristo...
O en su lugar:
En el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
La oración en el Huerto
(Gerardo Diego)
Oración inicial
Nosotros, cristianos, somos conscientes de que el vía crucis del Hijo de Dios no fue simplemente el camino hacia el lugar del suplicio. Creemos que cada paso del Condenado, cada gesto o palabra suya, así como lo que vieron e hicieron todos aquellos que tomaron parte en este drama, nos hablan continuamente. En su pasión y en su muerte, Cristo nos revela también la verdad sobre Dios y sobre el hombre.
Hoy queremos reflexionar con particular intensidad sobre el contenido de aquellos acontecimientos, para que nos hablen con renovado vigor a la mente y al corazón, y sean así origen de la gracia de una auténtica participación. Participar significa tener parte. Y ¿qué quiere decir tener parte en la cruz de Cristo? Quiere decir experimentar en el Espíritu Santo el amor que esconde tras de sí la cruz de Cristo. Quiere decir reconocer, a la luz de este amor, la propia cruz. Quiere decir cargarla sobre la propia espalda y, movidos cada vez más por este amor, caminar... Caminar a través de la vida, imitando a Aquel que «soportó la cruz sin miedo a la ignominia y está sentado a la diestra del trono de Dios» (Hb 12,2).
Pausa de silencio
Oremos: Señor Jesucristo, colma nuestros corazones con la luz de tu Espíritu Santo, para que, siguiéndote en tu último camino, sepamos cuál es el precio de nuestra redención y seamos dignos de participar en los frutos de tu pasión, muerte y resurrección. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. [Juan Pablo II]
Primera Estación
JESÚS ES CONDENADO A MUERTE
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
[V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.]
«Reo es de muerte», dijeron de Jesús los miembros del Sanedrín, y, como no podían ejecutar a nadie, lo llevaron de la casa de Caifás al Pretorio. Pilato no encontraba razones para condenar a Jesús, e incluso trató de liberarlo, pero, ante la presión amenazante del pueblo instigado por sus jefes: «¡Crucifícalo, crucifícalo!», «Si sueltas a ése, no eres amigo del César», pronunció la sentencia que le reclamaban y les entregó a Jesús, después de azotarlo, para que fuera crucificado.
San Juan el evangelista nos dice que, pocas horas después, junto a la cruz de Jesús estaba María su madre. Y hemos de suponer que también estuvo muy cerca de su Hijo a lo largo de todo el Vía crucis.
Cuántos temas para la reflexión nos ofrecen los padecimientos soportados por Jesús desde el Huerto de los Olivos hasta su condena a muerte: abandono de los suyos, negación de Pedro, flagelación, corona de espinas, vejaciones y desprecios sin medida. Y todo por amor a nosotros, por nuestra conversión y salvación.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Segunda Estación
JESÚS CARGA CON LA CRUZ
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
[V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.]
Condenado muerte, Jesús quedó en manos de los soldados del procurador, que lo llevaron consigo al pretorio y, reunida la tropa, hicieron mofa de él. Llegada la hora, le quitaron el manto de púrpura con que lo habían vestido para la burla, le pusieron de nuevo sus ropas, le cargaron la cruz en que había de morir y salieron camino del Calvario para allí crucificarlo.
El peso de la cruz es excesivo para las mermadas fuerzas de Jesús, convertido en espectáculo de la chusma y de sus enemigos. No obstante, se abraza a su patíbulo deseoso de cumplir hasta el final la voluntad del Padre: que cargando sobre sí el pecado, las debilidades y flaquezas de todos, los redima. Nosotros, a la vez que contemplamos a Cristo cargado con la cruz, oigamos su voz que nos dice: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame».
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Tercera Estación
JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
[V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.]
Nuestro Salvador, agotadas las fuerzas por la sangre perdida en la flagelación, debilitado por la acerbidad de los sufrimientos físicos y morales que le infligieron aquella noche, en ayunas y sin haber dormido, apenas pudo dar algunos pasos y pronto cayó bajo el peso de la cruz. Se sucedieron los golpes e imprecaciones de los soldados, las risas y expectación del público. Jesús, con toda la fuerza de su voluntad y a empellones, logró levantarse para seguir su camino.
Isaías había profetizado de Jesús: «Eran nuestras dolencias las que él llevaba y nuestros dolores los que soportaba. Yahvé descargó sobre él la culpa de todos nosotros». El peso de la cruz nos hace tomar conciencia del peso de nuestros pecados, infidelidades, ingratitudes..., de cuanto está figurado en ese madero. Por otra parte, Jesús, que nos invita a cargar con nuestra cruz y seguirle, nos enseña aquí que también nosotros podemos caer, y que hemos de comprender a los que caen; ninguno debe quedar postrado; todos hemos de levantarnos con humildad y confianza buscando su ayuda y perdón.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Cuarta Estación
JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
[V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.]
En su camino hacia el Calvario, Jesús va envuelto por una multitud de soldados, jefes judíos, pueblo, gentes de buenos sentimientos... También se encuentra allí María, que no aparta la vista de su Hijo, quien, a su vez, la ha entrevisto en la muchedumbre. Pero llega un momento en que sus miradas se encuentran, la de la Madre que ve al Hijo destrozado, la de Jesús que ve a María triste y afligida, y en cada uno de ellos el dolor se hace mayor al contemplar el dolor del otro, a la vez que ambos se sienten consolados y confortados por el amor y la compasión que se transmiten.
Nos es fácil adivinar lo que padecerían Jesús y María pensando en lo que toda buena madre y todo buen hijo sufrirían en semejantes circunstancias. Esta es sin duda una de las escenas más patéticas del Vía crucis, porque aquí se añaden, al cúmulo de motivos de dolor ya presentes, la aflicción de los afectos compartidos de una madre y un hijo. María acompaña a Jesús en su sacrificio y va asumiendo su misión de corredentora.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Quinta Estación
JESÚS ES AYUDADO POR EL CIRENEO
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
[V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.]
Jesús salió del pretorio llevando a cuestas su cruz, camino del Calvario; pero su primera caída puso de manifiesto el agotamiento del reo. Temerosos los soldados de que la víctima sucumbiese antes de hora, pensaron en buscarle un sustituto. Entonces el centurión obligó a un tal Simón de Cirene, que venía del campo y pasaba por allí, a que tomara la cruz sobre sus hombros y la llevara detrás de Jesús. Tal vez Simón tomó la cruz de mala gana y a la fuerza, pero luego, movido por el ejemplo de Cristo y tocado por la gracia, la abrazó con resignación y amor y fue para él y sus hijos el origen de su conversión.
El Cireneo ha venido a ser como la imagen viviente de los discípulos de Jesús, que toman su cruz y le siguen. Además, el ejemplo de Simón nos invita a llevar los unos las cargas de los otros, como enseña San Pablo. En los que más sufren hemos de ver a Cristo cargado con la cruz que requiere nuestra ayuda amorosa y desinteresada.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Sexta Estación
LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
[V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.]
Dice el profeta Isaías: «No tenía apariencia ni presencia; lo vimos y no tenía aspecto que pudiésemos estimar. Despreciable y desecho de hombres, varón de dolores y sabedor de dolencias, como uno ante quien se oculta el rostro, despreciable, y no lo tuvimos en cuenta». Es la descripción profética de la figura de Jesús camino del Calvario, con el rostro desfigurado por el sufrimiento, la sangre, los salivazos, el polvo, el sudor... Entonces, una mujer del pueblo, Verónica de nombre, se abrió paso entre la muchedumbre llevando un lienzo con el que limpió piadosamente el rostro de Jesús. El Señor, como respuesta de gratitud, le dejó grabada en él su Santa Faz.
Una letrilla tradicional de esta sexta estación nos dice: «Imita la compasión / de Verónica y su manto / si de Cristo el rostro santo / quieres en tu corazón». Nosotros podemos repetir hoy el gesto de la Verónica en el rostro de Cristo que se nos hace presente en tantos hermanos nuestros que comparten de diversas maneras la pasión del Señor, quien nos recuerda: «Lo que hagáis con uno de estos, mis pequeños, conmigo lo hacéis».
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Séptima Estación
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
[V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.]
Jesús había tomado de nuevo la cruz y con ella a cuestas llegó a la cima de la empinada calle que daba a una de las puertas de la ciudad. Allí, extenuado, sin fuerzas, cayó por segunda vez bajo el peso de la cruz. Faltaba poco para llegar al sitio en que tenía que ser crucificado, y Jesús, empeñado en llevar a cabo hasta la meta los planes de Dios, aún logró reunir fuerzas, levantarse y proseguir su camino.
Nada tiene de extraño que Jesús cayera si se tiene en cuenta cómo había sido castigado desde la noche anterior, y cómo se encontraba en aquel momento. Pero, al mismo tiempo, este paso nos muestra lo frágil que es la condición humana, aun cuando la aliente el mejor espíritu, y que no han de desmoralizarnos las flaquezas ni las caídas cuando seguimos a Cristo cargados con nuestra cruz. Jesús, por los suelos una vez más, no se siente derrotado ni abandona su cometido. Para Él no es tan grave el caer como el no levantarnos. Y pensemos cuántas son las personas que se sienten derrotadas y sin ánimos para reemprender el seguimiento de Cristo, y que la ayuda de una mano amiga podría sacarlas de su postración.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Octava Estación
JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
[V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.]
Dice el evangelista San Lucas que a Jesús, camino del Calvario, lo seguía una gran multitud del pueblo; y unas mujeres se dolían y se lamentaban por Él. Jesús, volviéndose a ellas les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos»; añadiéndoles, en figuras, que si la ira de Dios se ensañaba como veían con el Justo, ya podían pensar cómo lo haría con los culpables.
Mientras muchos espectadores se divierten y lanzan insultos contra Jesús, no faltan algunas mujeres que, desafiando las leyes que lo prohibían, tienen el valor de llorar y lamentar la suerte del divino Condenado. Jesús, sin duda, agradeció los buenos sentimientos de aquellas mujeres, y movido del amor a las mismas quiso orientar la nobleza de sus corazones hacia lo más necesario y urgente: la conversión suya y la de sus hijos. Jesús nos enseña a establecer la escala de los valores divinos en nuestra vida y nos da una lección sobre el santo temor de Dios.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Novena Estación
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
[V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.]
Una vez llegado al Calvario, en la cercanía inmediata del punto en que iba a ser crucificado, Jesús cayó por tercera vez, exhausto y sin arrestos ya para levantarse. Las condiciones en que venía y la continua subida lo habían dejado sin aliento. Había mantenido su decisión de secundar los planes de Dios, a los que servían los planes de los hombres, y así había alcanzado, aunque con un total agotamiento, los pies del altar en que había de ser inmolado.
Jesús agota sus facultades físicas y psíquicas en el cumplimiento de la voluntad del Padre, hasta llegar a la meta y desplomarse. Nos enseña que hemos de seguirle con la cruz a cuestas por más caídas que se produzcan y hasta entregarnos en las manos del Padre vacíos de nosotros mismos y dispuestos a beber el cáliz que también nosotros hemos de beber. Por otra parte, la escena nos invita a recapacitar sobre el peso y la gravedad de los pecados, que hundieron a Cristo.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Décima Estación
JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
[V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.]
Ya en el Calvario y antes de crucificar a Jesús, le dieron a beber vino mezclado con mirra; era una piadosa costumbre de los judíos para amortiguar la sensibilidad del que iba a ser ajusticiado. Jesús lo probo, como gesto de cortesía, pero no quiso beberlo; prefería mantener la plena lucidez y conciencia en los momentos supremos de su sacrificio. Por otra parte, los soldados despojaron a Jesús, sin cuidado ni delicadeza alguna, de sus ropas, incluidas las que estaban pegadas en la carne viva, y, después de la crucifixión, se las repartieron.
Para Jesús fue sin duda muy doloroso ser así despojado de sus propios vestidos y ver a qué manos iban a parar. Y especialmente para su Madre, allí presente, hubo de ser en extremo triste verse privada de aquellas prendas, tal vez labradas por sus manos con maternal solicitud, y que ella habría guardado como recuerdo del Hijo querido.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Undécima Estación
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
[V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.]
«Y lo crucificaron», dicen escuetamente los evangelistas. Había llegado el momento terrible de la crucifixión, y Jesús fue fijado en la cruz con cuatro clavos de hierro que le taladraban las manos y los pies. Levantaron la cruz en alto y el cuerpo de Cristo quedó entre cielo y tierra, pendiente de los clavos y apoyado en un saliente que había a mitad del palo vertical. En la parte superior de este palo, encima de la cabeza de Jesús, pusieron el título o causa de la condenación: «Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos». También crucificaron con él a dos ladrones, uno a su derecha y el otro a su izquierda.
El suplicio de la cruz, además de ser infame, propio de esclavos criminales o de insignes facinerosos, era extremadamente doloroso, como apenas podemos imaginar. El espectáculo mueve a compasión a cualquiera que lo contemple y sea capaz de nobles sentimientos. Pero siempre ha sido difícil entender la locura de la cruz, necedad para el mundo y salvación para el cristiano. La liturgia canta la paradoja: «¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la Vida empieza / con un peso tan dulce en su corteza!».
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Duodécima Estación
JESÚS MUERE EN LA CRUZ
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
[V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.]
Desde la crucifixión hasta la muerte transcurrieron tres largas horas que fueron de mortal agonía para Jesús y de altísimas enseñanzas para nosotros. Desde el principio, muchos de los presentes, incluidas las autoridades religiosas, se desataron en ultrajes y escarnios contra el Crucificado. Poco después ocurrió el episodio del buen ladrón, a quien dijo Jesús: «Hoy estarás conmigo en el paraíso». San Juan nos refiere otro episodio emocionante por demás: Viendo Jesús a su Madre junto a la cruz y con ella a Juan, dice a su Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo»; luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre»; y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. Después de esto, nos dice el mismo evangelista, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, dijo: «Tengo sed». Tomó el vinagre que le acercaron, y añadió: «Todo está cumplido». E inclinando la cabeza entregó el espíritu.
A los motivos de meditación que nos ofrece la contemplación de Cristo agonizante en la cruz, lo que hizo y dijo, se añaden los que nos brinda la presencia de María, en la que tendrían un eco muy particular los sufrimientos y la muerte del hijo de sus entrañas.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Decimotercera Estación
JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ
Y PUESTO EN LOS BRAZOS DE SU MADRE
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
[V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.]
Para que los cadáveres no quedaran en la cruz al día siguiente, que era un sábado muy solemne para los judíos, éstos rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran; los soldados sólo quebraron las piernas de los otros dos, y a Jesús, que ya había muerto, uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza. Después, José de Arimatea y Nicodemo, discípulos de Jesús, obtenido el permiso de Pilato y ayudados por sus criados o por otros discípulos del Maestro, se acercaron a la cruz, desclavaron cuidadosa y reverentemente los clavos de las manos y los pies y con todo miramiento lo descolgaron. Al pie de la cruz estaba la Madre, que recibió en sus brazos y puso en su regazo maternal el cuerpo sin vida de su Hijo.
Escena conmovedora, imagen de amor y de dolor, expresión de la piedad y ternura de una Madre que contempla, siente y llora las llegas de su Hijo martirizado. Una lanza había atravesado el costado de Cristo, y la espada que anunciara Simeón acabó de atravesar el alma de la María.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Decimocuarta Estación
JESÚS ES SEPULTADO
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
[V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.]
José de Arimatea y Nicodemo tomaron luego el cuerpo de Jesús de los brazos de María y lo envolvieron en una sábana limpia que José había comprado. Cerca de allí tenía José un sepulcro nuevo que había cavado para sí mismo, y en él enterraron a Jesús. Mientras los varones procedían a la sepultura de Cristo, las santas mujeres que solían acompañarlo, y sin duda su Madre, estaban sentadas frente al sepulcro y observaban dónde y cómo quedaba colocado el cuerpo. Después, hicieron rodar una gran piedra hasta la entrada del sepulcro, y regresaron todos a Jerusalén.
Con la sepultura de Jesús el corazón de su Madre quedaba sumido en tinieblas de tristeza y soledad. Pero en medio de esas tinieblas brillaba la esperanza cierta de que su Hijo resucitaría, como Él mismo había dicho. En todas las situaciones humanas que se asemejen al paso que ahora contemplamos, la fe en la resurrección es el consuelo más firme y profundo que podemos tener. Cristo ha convertido en lugar de mera transición la muerte y el sepulcro, y cuanto simbolizan.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Decimoquinta Estación
JESÚS RESUCITA DE ENTRE LOS MUERTOS
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
[V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.]
Pasado el sábado, María Magdalena y otras piadosas mujeres fueron muy de madrugada al sepulcro. Llegadas allí observaron que la piedra había sido removida. Entraron en el sepulcro y no hallaron el cuerpo del Señor, pero vieron a un ángel que les dijo: «Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí». Poco después llegaron Pedro y Juan, que comprobaron lo que les habían dicho las mujeres. Pronto comenzaron las apariciones de Jesús resucitado: la primera, sin duda, a su Madre; luego, a la Magdalena, a Simón Pedro, a los discípulos de Emaús, al grupo de los apóstoles reunidos, etc., y así durante cuarenta días. Nadie presenció el momento de la resurrección, pero fueron muchos los que, siendo testigos presenciales de la muerte y sepultura del Señor, después lo vieron y trataron resucitado.
En los planes salvíficos de Dios, la pasión y muerte de Jesús no tenían como meta y destino el sepulcro, sino la resurrección, en la que definitivamente la vida vence a la muerte, la gracia al pecado, el amor al odio. Como enseña San Pablo, la resurrección de Cristo es nuestra resurrección, y si hemos resucitado con Cristo hemos de vivir según la nueva condición de hijos de Dios que hemos recibido en el bautismo.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Oremos: Señor Jesucristo, tú nos has concedido acompañarte, con María tu Madre, en los misterios de tu pasión, muerte y sepultura, para que te acompañemos también en tu resurrección; concédenos caminar contigo por los nuevos caminos del amor y de la paz que nos has enseñado. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

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