Nos siguen

sábado, 30 de enero de 2021

EL "AMOR" NO ES AMADO. Por: Rvdo. D. Federico Cortés Jiménez.

   


Don Federico Cortés Jiménez es Director Espiritual Diocesano de la Adoración Nocturna Española de Málaga, Párroco de San Juan de Vélez Málaga, Consiliario de la Agrupación de Cofradías de Vélez-Málaga.

Fue el gran impulsor de la reanudación del turno Virgen de las Penas, nuestro turno que celebra precisamente el cincuentenario de su creación, dentro del seno de la Adoración Nocturna.




    Nos dice el Evangelio: "los envió de dos en dos", les recomendó saludar con el deseo de la Paz, y les pidió que no llevaran nada. San Francisco hace suya estas palabras de Jesús, tan suyas que van a ser el signo de su presencia ante los hombres, será su porte, su "perfil" como diríamos hoy.

    Francisco sintió la llamada de Cristo "repara mi casa". Quizás, en un primer momento, como nos suele ocurrir a cada uno de nosotros, piensa que es una obra directa, a su alcance y de sus medios. Ya conocemos, se pone a reedificar aquella iglesia destruida y en ruina, perno no es eso lo que Cristo le está pidiendo, Jesús le hablaba de su Iglesia.

    Pero todo empezó un día, aquel en el que un pobre hombre se acercó a su tienda y le pidió "en el nombre de Dios" una ayuda. Francisco lo echó de la tienda, no lo socorrió y, más tarde, pensaría: "Si este hombre hubieses venido en nombre de algún magnate de este pueblo o de otro lugar, seguro que lo habría atendido y le habría dado lo que me pedía". Ahora comprende que venía en nombre de Dios, ese Dios que nos está viendo las veinticuatro horas del día y que pensamos que no está presente en nuestro quehacer diario.

   

    Entiende San Francisco (a quien vemos en la foto) que obrando así, "el amor no es amado" que lo que hay que reconstruir es precisamente que el Amor sea amado, que comencemos a tener un corazón agradecido a Aquel que nos ama siempre, de manera que ya no sean los intereses ni los miedos los que marquen la relación de Dios con nosotros o nosotros con Dios. Aprendió Francisco a responder a esta llamada de reparar su casa, es decir, aprendió a corresponder a cuanto Dios se hace en nosotros y por tanto a que nuestro corazón esté lleno de amor al prójimo, de misericordia, de mirada de Dios, etc.


    Dios nos pide una relación de amor, no de nuestros intereses, o de los miedos. Francisco entendió, comprendió y se puso manos a la obra: "reparar la casa de Dios". Y esto empieza por un corazón nuevo, desprendido, amoroso.

    La tarea que nos enseña Francisco, desde la acogida de la Palabra que hemos conocido, de manera especial en esta última Navidad, no es otra que aprender y enseñar que hay que amar al Amor, que no podemos seguir ni que siga en el mundo el AMOR no amado.

    

    

CINCUENTENARIO DE NUESTRO TURNO


    Adorado sea el Santísimo Sacramento del Altar

Nuestra meta seguir adelante en esta magnífica obra que es la Adoración Nocturna Española 

 

Entrada destacada

VIGILIA DE ABRIL, Viernes 19 en el Oratorio de las Penas