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sábado, 1 de mayo de 2021

"ADORO TE DEVOTE" Santo Tomás de Aquino

 



Bendición con el Santísimo en la fiesta
de Espigas de Coín año 2015

Adoro te devote

El «Adoro te devote» es uno de los cinco himnos que compuso Santo Tomas de Aquino en honor de Jesús en el Santísimo Sacramento. Fue un encargo del Papa Urbano IV en 1264 con motivo de la primera celebración de la Fiesta del Corpus Christi. El himno se encuentra en el Misal Romano como una oración de acción de gracias.

LATÍN

CASTELLANO

Adoro te devote, latens Deitas,

Quae sub his figuris vere latitas:

Tibi se cor meum totum subiicit,

Quia te contemplans totum deficit.

Visus, tactus, gustus in te fallitur,

Sed auditu solo tuto creditur.

Credo quidquid dixit Dei Filius:

Nil hoc verbo Veritatis verius.

In cruce latebat sola Deitas,

At hic latet simul et humanitas;

Ambo tamen credens atque confitens,

Peto quod petivit latro paenitens.

Plagas, sicut Thomas, non intueor;

Deum tamen meum te confiteor.

Fac me tibi semper magis credere,

In te spem habere, te diligere.

O memoriale mortis Domini!

Panis vivus, vitam praestans homini!

Praesta meae menti de te vivere

Et te illi semper dulce sapere.

Pie pellicane, Iesu Domine,

Me immundum munda tuo sanguine.

Cuius una stilla salvum facere

Totum mundum quit ab omni scelere.

Iesu, quem velatum nunc aspicio,

Oro fiat illud quod tam sitio;

Ut te revelata cernens facie,

Visu sim beatus tuae gloriae.

Amen

Te adoro con devoción, Dios escondido,

oculto verdaderamente bajo estas apariencias.

A Ti se somete mi corazón por completo,

y se rinde totalmente al contemplarte.

Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto;

pero basta el oído para creer con firmeza;

creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios:

nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.

En la Cruz se escondía sólo la Divinidad,

pero aquí se esconde también la Humanidad;

sin embargo, creo y confieso ambas cosas,

y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.

No veo las llagas como las vio Tomás

pero confieso que eres mi Dios:

haz que yo crea más y más en Ti,

que en Ti espere y que te ame.

¡Memorial de la muerte del Señor!

Pan vivo que das vida al hombre:

concede a mi alma que de Ti viva

y que siempre saboree tu dulzura.

Señor Jesús, Pelícano bueno,

límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre,

de la que una sola gota puede liberar

de todos los crímenes al mundo entero.

Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego,

que se cumpla lo que tanto ansío:

que al mirar tu rostro cara a cara,

sea yo feliz viendo tu gloria.

Amén.

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VIGILIA DE ABRIL, Viernes 19 en el Oratorio de las Penas