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viernes, 18 de noviembre de 2016

SAN MANUEL GONZÁLEZ. ADORADOR NOCTURNO.

En la revista "La Lámpara del Santuario" de este mes de noviembre escribe un Adorador compañero de la sección de Málaga este artículo muy interesante sobre el nuevo Santo, escribe Francisco Belmonte Montiel que es un conocedor sobresaliente de la Adoración Nocturna en Málaga desde sus inicios, gracias al trabajo de estudio e investigación que desarrolló para la publicación de su libro "125 años de Historia de la Adoración Nocturna Española en Málaga" publicado en 2010. Paco, como gusta que le llamen tiene una fuerza espiritual y de amor a Jesús Sacramentado que es su base para su entusiasmo en nuestra obra y que refleja en su forma de ser y sus escritos. A continuación os dejo el artículo:





“Yo no quiero ser Obispo de la sabiduría, ni de la actividad, ni de los pobres, ni de los ricos; yo no quiero ser más que el Obispo del Sagrario Abandonado”.

San Manuel González



E
l pasado 16 de octubre, Su Santidad el Papa Francisco proclamó la santidad del Obispo de Málaga y Palencia, Mons. Manuel González García, un eslabón más en la cadena de gloria de la Santa Madre Iglesia; santidad forjada y fecunda a los pies del Señor Sacramentado, en la intimidad del sagrario. Cuando don Manuel González, así lo hemos llamado muchos años, fue elegido Obispo, siendo en aquel momento arcipreste de Huelva, el Consejo Diocesano de la Adoración Nocturna de Málaga se apresuró a acudir a dicha ciudad para felicitarlo y ponerse incondicionalmente a su disposición. Don Manuel llegó a Málaga el 25 de febrero de 1916 y, días después, devolvió la visita a la Adoración Nocturna inscribiéndose como adorador con el número 925, como así consta en el Libro Registro de Adoradores de la Sección de Málaga. Después de esta visita siguieron muchas más, y a los turnos, presidiendo muchas vigilias ordinarias y extraordinarias, asambleas diocesanas, Vigilias del Corpus y de Fin de Año, Fiestas de Espigas y cuantas otras se organizaban. Sentía a la Adoración Nocturna tan cerca de sí que cedió una parte del Palacio Episcopal para una nueva sede, de manera que tuviera muy cerca de su dormitorio un sagrario ante el que todas las noches había adoradores en adoración y contemplación. Y allí, en este sagrario, él también adoraba al Señor en las madrugadas, tal como haría uno de sus sucesores, el siervo de Dios Ángel Herrera Oria. Un 4 de enero de 1940, don Manuel se fue al Cielo a adorar cara a cara al amor de sus amores, pero nos dejó el ejemplo de su vida, de su bondad, de su amor por los sagrarios abandonados; nos dejó sus escritos, sus fundaciones. Un santo de nuestro tiempo, ejemplo para todos. Nunca la Adoración Nocturna malagueña ha olvidado a quien fue su pastor, su benefactor y, sobre todo, el padre animoso que nos alentaba cada día a acompañar y amar al Señor Sacramentado. Desde hace muchos años, un óleo suyo preside nuestra sede, flanqueado por el del fundador de la Adoración Nocturna en España, Venerable Luis de Trelles y Noguerol, y por el Siervo de Dios José Gálvez Ginachero, presidente del Consejo Diocesano de Málaga en los difíciles tiempos de D. Manuel. Sólo nos queda unirnos al júbilo de la Santa Madre Iglesia tras el glorioso 16 de octubre y cómo no, dar gracias a Dios por este inmenso regalo. San Manuel González, ¡qué bien suena! ¡Laus Deo!


Francisco Belmonte Montiel (Adorador Nocturno de la Sección de Málaga)

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